Todos los días encendemos una luz, cargamos el teléfono o usamos el lavavajillas sin pensarlo dos veces. Pero desde el punto de vista eléctrico, estas acciones cotidianas forman parte de un increíble acto de equilibrio.
Detrás de escena, enormes sistemas eléctricos—que abarcan cientos de miles de millas cuadradas—deben igualar la oferta y la demanda de electricidad perfectamente en cada segundo. Si no lo hacen, todo el sistema corre el riesgo de fallar.
La mayoría de las personas piensa que lo más importante es el lado de la oferta. Después de todo, solemos notar la electricidad solo cuando se va la luz o cuando recibimos una factura muy alta. Pero la demanda eléctrica es igual de importante—y es algo en lo que, como texanos, podemos influir directamente.
¿Qué es la Respuesta a la Demanda?
La respuesta a la demanda significa que, en lugar de simplemente generar más electricidad para cubrir el consumo, las compañías eléctricas también pueden gestionar el uso mismo de la energía.
¿Cómo funciona? A través de señales de precios, recompensas y tecnología inteligente, las compañías de energía animan a los clientes a usar menos electricidad en ciertos momentos—especialmente cuando la demanda es más alta.
Esto no implica renunciar a la comodidad. De hecho, las estrategias de respuesta a la demanda pueden desplazar el consumo sin afectar tu estilo de vida. Así, puedes seguir disfrutando de tu sistema de seguridad en casa, cerveza fría, duchas calientes, aire acondicionado y partidos de fútbol en la pantalla grande—todo mientras reduces la presión sobre la red eléctrica.
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¿Por Qué Importa la Respuesta a la Demanda?
Nuestra sociedad depende de la electricidad, pero no la usamos de manera uniforme durante el día ni durante el año.
En Texas, por ejemplo, la demanda alcanza su punto máximo solo en unos pocos días de verano, cuando todos usan el aire acondicionado al máximo. En 2020, la demanda máxima de ERCOT llegó a 74,328 MW, pero en muchos meses fue mucho más baja—en ocasiones por debajo de 60,000 MW.
Eso significa que se invierten miles de millones de dólares en infraestructura que solo se utiliza durante unas pocas horas críticas al año. Si más texanos cambiaran su consumo a momentos de menor demanda, podríamos reducir la necesidad de nuevas instalaciones y bajar el costo de la electricidad para todos.
Respuesta a la Demanda y el Medio Ambiente
La respuesta a la demanda no solo ayuda a reducir facturas—también ayuda a reducir la contaminación.
Cuando la red está bajo presión, las compañías suelen encender las plantas de respaldo (peaker plants), que son las más caras y contaminantes. Estas plantas liberan grandes cantidades de dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno y otros contaminantes dañinos.
Reduciendo la demanda en esos momentos críticos, los texanos pueden:
Disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero
Reducir la contaminación del aire causada por plantas de respaldo
Impulsar la transición hacia energías limpias como la eólica y solar de Texas
Si quieres saber más sobre cómo la energía renovable está transformando nuestro estado, visita nuestro artículo sobre la energía eólica en Texas.
Cómo Rhythm Ayuda a los Texanos
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